Breguet


Precisión Absoluta

UNO DE LOS MECANISMOS MÁS TRANSCENDENTALES
EN LA INDUSTRIA RELOJERA, EL TOUR BILLON, CUMPLE 220 AÑOS.
UNA PROEZA QUE SIGUE FASCINANDO POR SU COMPLEJIDAD
Y GENIALIDAD A LOS MÁS FIELES FANÁTICOS.

El reloj Tourbillon Extra-Plat Squelette 5395 pertenece a la colección Classique Complication y cuenta con un esqueleto ultrafino con tourbillon.

El reloj Tradition Grande Complication con tourbillon, tiene una esfera descentrada en oro con decoración guilloché realizada a mano.

Reloj Tourbillon Simple B986 con segundero pequeño y agujas de acero azulado. Fue ganador del primer premio del Observatorio de Neuchâtel (Suiza). Fue vendido en 1926 a Louis-Harrison Dulles.

Abraham-Louis Breguet fue quizá el relojero más famoso y respetado de su tiempo, y su importante legado sigue influyendo en la industria. Entre sus múltiples aportes, el más significativo y con mayor valor es, sin duda, el tourbillon, una de las más exquisitas complicaciones relojeras. Si bien este mecanismo fue patentado en 1801, necesitó nada menos que diez años de pruebas e investigaciones, entre 1795 y 1805, para su desarrollo. Gracias a la continua reflexión y observación por la búsqueda de la precisión perfecta, Breguet imaginó una forma de compensar el efecto de la gravedad sobre el funcionamiento del oscilador y, en consecuencia, sobre la precisión cronométrica del movimiento. En una época en que el reloj se llevaba dentro del bolsillo y en posición vertical, esta propuesta se entendió como una forma distinta de enfrentar los retos. El resultado: una obra maestra. El tourbillon cambia la posición del volante continuamente y ese cambio ayuda a promediar las diferencias en la variación, para que la precisión sea mucho más estable. Su fabricación fue y es uno de los más grandes retos relojeros, pues el sistema que hace que el volante cambie de posición todo el tiempo es un mecanismo pequeño que pesa mucho menos de un gramo y está compuesto por entre 50 y 80 componentes individuales solo para lograr ese giro. Una verdadera muestra de maestría relojera.

ANTIGUAMENTE, LA PALABRA TOURBILLON SERVÍA PARA DESIGNAR UN SISTEMA PLANETARIO Y SU ROTACIÓN SOBRE UN EJE ÚNICO, ASÍ COMO LA ENERGÍA QUE HACE GIRAR LOS PLANETAS EN TORNO AL SOL.

CREACIÓN HISTÓRICA

Como parte del camino para obtener la patente, Breguet tuvo que entregar, además del expediente y una carta, una ilustración en acuarela del funcionamiento del tourbillon al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de París. A partir de ese momento se produjeron 40 piezas entre 1796 y 1829, cifra que da una idea de la complejidad de este dispositivo excepcional. Entre los compradores de estos primeros relojes con tourbillon estuvieron reyes, como Jorge III y Jorge IV, de Inglaterra; Fernando VII, de España, y aristócratas rusos, como los príncipes Yermoloff, Gagarin, Repnin y Demidoff. Este 2021 se cumplen 220 años de la creación de esta complicación relojera, la expresión de una época que se ha mantenido en el tiempo. Un mecanismo de incomparable complejidad que ha evolucionado a lo largo de estos años para complementar relojes tradicionales, pero también vanguardistas. El tourbillon se ha nutrido de los progresos de la ciencia, así como de la pasión y la maestría de la manufactura Breguet, que hoy se reflejan en este invento. Uno que todavía no ha dicho su última palabra.