Riedel


Experiencia
Sensorial

A LO LARGO DE LOS AÑOS RIEDEL DESCUBRIÓ Y ENTENDIÓ QUE UNA BUENA COPA, CON EL DISEÑO ESPECÍFICO, HARÁ QUE LOS VINOS EXPRESEN LO ME JOR DE SÍ. CONVERSAMOS CON CHRISTIAN VALLDEJULI, VICEPRESIDENTE PARA LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE DE RIEDEL, Y NOS CONTÓ LAS RAZONES Y LA IMPORTANCIA DE ELEGIR LA COPA IDEAL.

Usar la copa correcta para cada vino es la clave para crear una experiencia completa que eleve todos los sentidos. Para los diseñadores de piezas u objetos utilitarios, la forma nunca es casualidad. Cada creación tiene un fin y, en este caso, el fin es el placer. La relación entre las copas Riedel y el vino comenzó en 1974, cuando Riedel fue pionero en desarrollar una copa amigable para el vino o wine friendly. Antes, para que una copa fuera fina tenía que estar tallada y ser de color. Mientras más adornos, mejor. Riedel cambió esa mirada y creó una copa lisa, transparente, funcional y delicada. “Cuando eliminas la decoración y el color se aprecian mejor los tonos, aromas y el sabor. Uno de los ejercicios antes de oler, es mirar el vino y el cristal transparente colabora para que eso sea posible. Esa fue una de las primeras grandes innovaciones que hizo Riedel”, explica Christian Valldejuli, vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe de Riedel.

El contenido determina la forma

Fue en los años ochenta cuando Claus Josef Riedel revolucionó el mercado y comenzó a diseñar copas varietales, es decir, una forma de copa específica para cada tipo de vino en la primera colección Vinum. Es importante saber que cuando tomamos un sorbo es clave que el líquido fluya a una parte específica de la lengua, para así sentir todos los perfiles de sabor. Por ejemplo, la cepa syrah es de cuerpo medio y se sienten muchas especias, como pimienta, clavo y hasta mentol. Cuando la llevas a la mitad de la lengua, todo resalta más. Si se queda en la punta de la lengua, se distorsionan los aromas y sabores. Es por eso que el diámetro superior de una copa afecta hasta dónde llega el vino en la lengua. Para este vino, una copa Shiraz, gracias a su apertura cónica y al tazón grande permitirá llenar toda la boca y lograr el efecto adecuado.

LA SERIE WINEWINGS ES EL ÚLTIMO DISEÑO DE GEORG RIEDEL PARA COPAS VARIETALES Y RESALTA POR SU FONDO PLANO, QUE RECUERDA LAS ALAS DE UN AVIÓN. EL SET INCLUYE SIETE COPAS: TRES PARA VINOS TINTOS; TRES PARA VINOS BLANCOS Y UNA PARA ESPUMOSOS.

Llegar al diseño de cada copa es un proceso que une a la región vitivinícola, al productor y a Riedel, en la búsqueda de la perfección. Por ejemplo, en una región como Argentina, que produce uvas malbec, es la asociación de vinos de la región quien llama a Riedel para crear una copa que represente esta variedad. A esta reunión se invita a los productores icónicos de la zona, quienes llevan sus mejores botellas y juntos prueban entre 12 y 14 copas distintas. “Por un método de prueba y error se van descartando una a una hasta llegar a la seleccionada. La mayoría de las veces siempre se llega a la misma copa que en otras regiones, eso quiere decir que el concepto Riedel funciona. Así seas productor de malbec en otra parte del mundo, siempre se elige la misma copa”, explica Valldejuli. En Riedel, se ofrecen siete copas varietales base que forman parte de sus líneas fabricadas a mano y máquina. Existen copas para syrah, cabernet, pinot noir, chardonnay en barrica, sauvignon blanc, riesling y champagne. Además, dentro de la línea Sommelier hay otras copas para los vinos bordeaux muy maduros. La copa Syrah es la más versátil, pues también sirve para malbec y los vinos españoles.

El placer en casa

Una vez que se tienen la copa y el vino correctos, la experiencia de cata en casa está casi completa. Valldejuli recomienda siempre empezar por decantar el vino. En el caso de los jóvenes, servirá para oxigenarlos y, en los maduros, para retirar sedimentos. Las copas tienen que estar limpias y secas. Puede parecer un paso obvio, pero el cristal adquiere aromas muy rápido por lo que hay que mantenerlas en un lugar seco para que lo que vertamos en ellas no adquiera olores extraños. “Luego, hay que probar todos los vinos posibles. Lo importante es experimentar. El mejor vino del mundo es el que más te gusta”, comenta Valldejuli. Y le damos toda la razón.